martes, 20 de julio de 2010

El legado del Bahaus



La Bauhaus marcó un antes y un después en el desarrollo de la arquitectura y el diseño desde la primera mitad del siglo XX. Durante las primeras tres décadas del siglo pasado, la arquitectura alemana marcó importantes pautas, entre ellas es fundamental la escuela de diseño, arte y arquitectura Bauhaus, fundada en 1919 en Weimar (Alemania) por Walter Gropius, el arquitecto, urbanista y diseñador alemán nacido en 1883 que dispuso un centro educativo donde se enseñaba a los estudiantes a utilizar materiales modernos e innovadores para crear edificios, muebles y objetos originales y funcionales. 




Esas enseñanzas cruzaron fronteras y épocas y han llegado hasta nuestros días. Incluso en México la Bauhaus marcó su impronta. Precisamente desde hace algunos días el Museo Franz Mayer presenta la muestra Las huellas de la Bauhaus, que se enfoca en el legado del diseñador estadounidense Michael Van Beuren. 




La Das Staatliches Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal), conocida como Bauhaus, se convirtió pronto en una corriente cuyos inspiradores fueron Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe, quienes difundieron por todo el mundo su estilo y pensamiento a través de propuestas que partían de la idea de una necesaria reforma de las enseñanzas artísticas como base para una transformación de la sociedad de la época. 




La escuela, que fue cerrada por las autoridades prusianas, en manos del partido nazi, en 1933 tenía como uno de sus principios básicos en la arquitectura de que “la forma sigue a la función”; pero además sentó las bases normativas y patrones del diseño industrial y gráfico. 


Las etapas 


A lo largo de su historia, la Bauhaus tuvo sedes en tres ciudades: Weimar, Dessau y Berlín; y cruzó tres fases creativas: una primera época idealista y romántica, la segunda más racionalista, y la tercera, con mayor reconocimiento, definida como un arquitectura profundamente subversiva. 


La escuela Bauhaus fue también el experimento vital de una comunidad conformada por aproximadamente mil 500 jóvenes, que al término de la Primera Guerra Mundial se lanzó con entusiasmo a la construcción de una utopía social de nuevas formas de convivencia.


Buena parte de esa comunidad, que vivió el cierre de la escuela en 1933, emigró hacia Estados Unidos, donde le dio continuidad a la Bauhaus; incluso, en 1951, el arquitecto y escultor suizo Max Bill, siguiendo los lineamientos de la Bauhaus original, fundó en Ulm la Escuela Superior de Proyectación, la cual ahora es conocida como la Nueva Bauhaus. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario